domingo, 16 de noviembre de 2008

El precio de la Transparencia....

Desde pequeña, siempre que las palabras silenciaban
Mis letras dejaban entrever mis pensamientos
Era como si ellas fueran mi mas fiel amigo.
Letras que se arrinconaban en frases y suspiros
Sollozos muchas veces, alegrías también
Dicen que mi mayor defecto es ser tan transparente
Abrir mi mundo por entero, ser autentica y leal.
Siempre creí que al no tener que ocultar nada
Nada debería ocultar de lo que hago
En más de una ocasión he tenido la certeza
de que no todo se debe decir, pues siempre
una mal interpretación puede tornarse mi mayor herida.
Y en este instante me digo, que mucho de cierto hay en ello.
Pues siempre existirán personas, que de algo hagan una historia.
Y griten con vehemencia que su verdad y pensamiento
Es la que tiene validez. Es como si de pronto:
Tomara unos dulces en la mano a puño encerrado
Y a quien se los deseara regalar, me gritará:
De dónde los has tomado, que los escondes.

Renacer en el Ocaso...

Renaciendo en el Ocaso, es parte de una vida que necesitó plantearse… ¿Qué hago ahora con lo que tengo en mis manos?
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.



María Lasalete Marques

Orgullosa de ser Venezolana