miércoles, 1 de octubre de 2008

No cambio un instante de mi existencia....

No deseo saber del porque de la vida, no detendré mis pasos hallando las respuestas
Que solo contesto en cada amanecer y apruebo en el final del día
No me importa el porque de las estaciones, si a la final en mi país solo tenemos dos
Y no por ello dejare de admirar el otoño y el invierno, y vivir la eterna primavera de mis ansías de mujer.
No detendré mis pasos para saber porque a mitad de la vereda, quien creí a mi lado decidió un día emprender su espacio.
Tan solo por instantes detendré mi mundo para saber sobre mi, mirarme en el espejo del agua cristalina, oír el murmullo de mis pensamientos, saber que mis huellas, un día puedan que me indique el camino de vuelta a casa.

La vida es la escuela del vivir, que día a día trato de memorizar, de aprender sin tratar de comprender, pues de hacerlo perderé los segundos imborrables de las caricias del sol,. De la mirada de la luna que cae en mi negra cabellera, es como el danzar del tango no importa su letra mas si su esencia, no importa el movimiento mas si el ritmo que brota desde el interior, Así que si un stop detiene mi horizonte, no mirare a los lados, ni mucho menos hacia el retrovisor de mi mirada y mis recuerdo, sabre esperar el instante para seguir mi meta, Creo que es el secreto del Guerrero, y mientras espero me llenare de hermosos instantes sabiendo única y especial, mi mejor amiga mi mas leal adversaria.

Renacer en el Ocaso...

Renaciendo en el Ocaso, es parte de una vida que necesitó plantearse… ¿Qué hago ahora con lo que tengo en mis manos?
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.



María Lasalete Marques

Orgullosa de ser Venezolana