sábado, 20 de septiembre de 2008

Un reencuentro con las raíces y los sentimientos...











He estado algo ausente. más jamás olvidada de lo que este espacio representa y sobre todo de quienes me regalan su tiempo al leerlo.
Un alto en el camino para abrazar mis raíces mientras que ellas palpiten de vida, es mi homenaje a quienes un día dieron lo mejor de sí ofreciendome lo que soy.
Un reencuentro con el sentimiento adormitado que resurge. Un encuentro con ese sentir que nace y desea perpetuarse en el tiempo.

Renacer en el Ocaso...

Renaciendo en el Ocaso, es parte de una vida que necesitó plantearse… ¿Qué hago ahora con lo que tengo en mis manos?
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.



María Lasalete Marques

Orgullosa de ser Venezolana