jueves, 21 de agosto de 2008

Más allá del ocaso....

No sólo sentada frente al ocaso he percibido el tiempo detenido por instantes,
permitiéndome visionar su contenido como aprendizaje de la vida.
Cuando se aprende más que a mirar, a contemplar las formas, las sensaciones,
cuando aprendemos a mirar tras las siluetas, las razones de sus ondeantes contornos.
Aprendo a que no solo la belleza es producto de la Naturaleza
muchas veces esa belleza es fruto de la resistencia a las inclemencias del tiempo
A las envestidas del viento, a las carencias del suelo dónde se entrañan las raíces.

Si me acerco y contemplo silente, puedo ver que se ha luchado con vehemencia
para mantenerse vivo, altivo, deslumbrante.

Así he podido aprender que lo importante no es quien llega primero a la meta.
Más si el que trás sus luchas personales llega al fín a su meta,
sin dejar de ser el guerrero de sus sueños.
Como las ramas onduladas de um árbol que pareciera negarse a crecer al infinito
para aferrarse al suelo como raíces aún.
Pero que en su lucha por existir va permitiendo brotes de hojas,
sin darse cuenta que son ramas que se abren al cielo.

Renacer en el Ocaso...

Renaciendo en el Ocaso, es parte de una vida que necesitó plantearse… ¿Qué hago ahora con lo que tengo en mis manos?
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.



María Lasalete Marques

Orgullosa de ser Venezolana