lunes, 13 de junio de 2016

La otra Orilla

Cruzar a la otra orilla, puede ser mi mejor símil de la vida, es una ruta divergente, el recorrido que hagamos, marca la diferencia, Puedo cruzar el puente, contornar la montaña o porque no sobrevolarla. Puedo optar por aferrarme a los parales del puente, para no sentir el vértigo, Mirar las margenes del río a la distancia, y estremecer al mirar el abismo. Puedo recorrer tan velozmente el puente, que solo logre sentir el viento en la piel, y no darme cuenta de la montaña escarpada del torrente del agua y su brujir. Puedo contornar la montaña, sentir el cansancio, y el placer del descanso. Vivir y sentir todo lo que me envuelve, ver la mariposa como ronda cada flor abierta, como los ramos finos danzan al ritmo del viento. Sentir la humedad del agua ante la cascada, Percibir el fresco olor que me ofrenda el viento, olor de tierra húmeda, de hierba, de flor silvestre. Puedo sobrevolar el cielo, para llegar contemplando un manto y extenso verdor, sin darme cuenta de que un río separa dos orillas, que existe un puente que cruzar. No importa el camino que tomemos, lo importante es que podamos decidir que queremos encontrar, que experiencias deseamos sentir. Cada camino revela un encanto, ninguno es mejor opción que otro, apenas son 3 formas de lograr algo, de posicionarnos para ir al encuentro de nuestro proyecto de vida.María Lasalete Marques

Renacer en el Ocaso...

Renaciendo en el Ocaso, es parte de una vida que necesitó plantearse… ¿Qué hago ahora con lo que tengo en mis manos?
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.



María Lasalete Marques

Orgullosa de ser Venezolana