No es tan cruel el sol que me abraza, ni el frío con la lluvia me penetra.
No me abruma la aridez del sendero ni la traición desgarra mis entrañas.
Duelen más la vaciedad, la indiferencia, el deambular agitado de la gente.
Será porque es singular mi camino; al mirarme, sus miradas son extrañas.
Bajo el árbol que antes yo soñaba, con delirios de loco enamorado, puliendo canciones: mis estrellas, hoy, escéptico descanso de los viajes, ya sin sueños, meditando en mi futuro.
Es mi lecho, son mis libros encantados, mis pinceles y música enamorada, quienes lamen mis heridas embriagando al corazón de cosas bellas.
Pletórico de tajos, otra vez me incorporo conservando este, mi gran tesoro: la templanza,
aún estando en el fango, no me enlodo.
Mañana, bañándome de sol, estaré dorado cumpliendo mi única esperanza.
Omar Darío Nasich
Cada día es una lección que debemos concluír...Ayer, tan sólo no sabía nada de ella..Mañana dejará de importar el como la haría. El tiempo justo, es Hoy.
domingo, 12 de abril de 2009
Renacer en el Ocaso...
Renaciendo en el Ocaso, es parte de una vida que necesitó plantearse… ¿Qué hago ahora con lo que tengo en mis manos?
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.

María Lasalete Marques
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.

María Lasalete Marques