
Los ocres del otoño
En su viento constante
Las ramas de los viejos arbustos
van deshojando.
Dejando en el camino
las huellas de su paso.
Senda que recorre el tiempo
de mano de la consciencia.
Tiempo de podas constante
penas ahogadas, lágrimas derramadas
Tiempo que no vuelve
para corregir errores vividos.
Es el tiempo en que mi alma
mimetiza y se recoge adormecida
vislumbrando un ciclo vivido,
atesorando recuerdos
despertando del tiempo
para emprender un nuevo recorrido
nuevos amaneceres
que se cubrirán del blanco en el invierno
para despertar con colores brillantes
en mi nueva primavera
será entonces que esos ocres
no sean el signo del envejecer del alma
solo marcaran los matices de la vida
y el inicio del retorno a casa