Nos enamoramos de la
sonrisa y la alegría, en tiempos difíciles, cuando la realidad como torbellino, nos
trasmuta el alma, los caminos irremediablemente de tornan distantes, Y las
distancias abruptamente construyen abismo. Y en el intento de reconstruir lo que nada hemos construido es algo que permanece ausente, la tristeza en el
semblante hace imposible que nos
enamoremos del brillo que no se tiene.
Maria lasalete