Vuelve el camino, en su color y el tiempo de primavera
Aunque aún quedan las huellas de un invierno no tan rigurosoPero que de igual esa abrupta y escasa nevisca
quemo las frágiles hojas que comenzaron
a surgir entre las ramas secas a destiempo.
Sonriente más aun sonrosado trata de despertar el sol
Queriendo rasgar el cielo, abriendo sus rayos
cuan brazos que abrazan a tiempo lo que el destiempo improviso de primavera.
Quedar en el olvido jamás fue deseo de quien pareció morir
contemplo serena desde mi jardín florecido
las aves en vuelo, los peces en mi pequeño estanque
Y si en este instante alguien me convidara a un paseo
Apenas y cortésmente diría, no quiero.
Pues no hay mayor placer que mirar mi jardín florido.
Algo que aprendí a mirar en las ramas secas
Son los brotes que encierran la vida, y cuando llevo
Ese principio a la vida no es de asombrarme
La capacidad humana de recrearse, de renacer, de resurgir
Hoy apenas quiero quedarme contemplando
Mis geranios, mis peces, mis aves
Ver como vienen hasta la vasija de comida que les puse
Miran inquietas como preguntando podemos comer,
Y cuando se sienten seguras no dudan en hacerlo.
Hoy el sol parece que desea romper el cielo
Y sus leves rayos abrazan para hacernos olvidar el frío que durante semanas
Nos encerró en ropajes.
Seguiré cruzando el puente, mil puentes no importa
Pero lo que jamás dejare de hacer es de aprender
De los ramos secos, del árido paisaje que parece muerto
Pues el esconde el palpitar de la vida y un ciclo vital.