martes, 24 de marzo de 2009

Murmullos en mi Ocaso....


Material Fotográfico tomado de Internet


Texto y Montage: María Lasalete Marques ®


Regreso a casa....


Los ocres del otoño
En su viento constante
Las ramas de los viejos arbustos
van deshojando.
Dejando en el camino
las huellas de su paso.
Senda que recorre el tiempo
de mano de la consciencia.
Tiempo de podas constante
penas ahogadas, lágrimas derramadas
Tiempo que no vuelve
para corregir errores vividos.
Es el tiempo en que mi alma
mimetiza y se recoge adormecida
vislumbrando un ciclo vivido,
atesorando recuerdos
despertando del tiempo
para emprender un nuevo recorrido
nuevos amaneceres
que se cubrirán del blanco en el invierno
para despertar con colores brillantes
en mi nueva primavera
será entonces que esos ocres
no sean el signo del envejecer del alma
solo marcaran los matices de la vida
y el inicio del retorno a casa

lunes, 23 de marzo de 2009

Déjame ser....

Este sentir que brota en mi mirada
Es como el azul profundo del mar
En donde un día, mirándonos a los ojos
Abrazamos el deseo de una vida compartida
Sueños construidos sobre la tierra límpida
de un recomenzar de nuevo.
Ambos llevamos una talega a la espalda
repleta de vidas pasadas con recuerdos
que nos ha hecho lo que hoy somos.
Los míos avenidos de un hermoso vivir
Los tuyos mezclados de un acantilado de rocas
que golpearon tu esencia humana, para convertirse
en hondas heridas, que aun algunas sangran sin razón.
Convirtiendo recuerdos en terribles pesadillas.
Quiero ayudarte a dejar en la calzada
esos viejos fantasmas que deambulan en tu mente
cuando el miedo a perderme se hace presente.
Quiero hacer de tus días el retoñar de la esperanza
Y en tus noches cual farolas alumbrarte el camino
Que junto a ti he decidido recorrer
Déjame poder extender mis alas al viento
Solo quiero en él jugar.
Ser como la flor del camino que brota de la nada
Sin que alguien la haya sembrado
Crece hermosa en tierra que nunca nadie riega
Y que brinda su magnifico color y aroma
Déjame seguir teniendo este aroma de mujer en esencia.

No destruyas los sueños....

Tus palabras arremetieron contra mí
Destrozándome en un instante todos mis sueños
Sueños que uno a uno dulcemente fui construyendo
Ante tus miedos pasados pierdes el dulce de tus palabras
Para que de tu boca broten palabras lacerantes,
Injurias que hieren mi alma y mi esencia de mujer.
Tus palabras pérfidas sin verdad alguna
Resquebrajaron el azul de mi cielo
El brillante puente de arco iris
Que levante de mis anhelos para unir nuestros pasos.
En mi reflejaste viejos fantasmas
Sin darte cuenta que apenas yo era distinta
Que jamás seria capaz de jugar con un corazón
Pues un día destrozaron el mío, y por ello se lo que duele
Jamás se moldo el barro sin las dulces manos del artesano
Y en manos rudas la frágil porcelana se hizo añicos.
Cuando el miedo y la duda se acercan de nuevo a tus silencios
Mírate al espejo por un segundo
Y grítale tus verdades hirientes
Descubrirás que ese reflejo sin vida, no se inmuta
Y percibirás que la única razón de huir de ti
Es ese lado oscuro que te niegas enterrar
Ese estallido de imágenes en añil que te invaden
La esencia de las palabras.
No busques tu verdad en mis ojos transparentes
Ni tus pesadillas en mi proceder, Amor
Ni menos en lo que desde lejos creas adivinar
Búscalas en el rincón que has vivido, en el sitial de los recuerdos
oscuros que jamás solemos limpiar, escudríñalas en lo que as olvidado
y que jamás asumiste enfrentándolas con amor.

Sobre tu blancura....

Mil veces retorno a dejar en tu blancura
Mi voz silenciada,
pues quien quisiera yo que me oyera,
silencio sus oídos para escucharme.

Mil veces eres mi amigo confidente
Sobre ti mil lágrimas he derramado
Eres ese que oyendo no me juzga
Y sin juzgarme me limpias el alma

Y así como vuelvo sobre tu blancura
A escribir mis líneas, creo que hago
en la metáfora los sueños tornarse verdad
para hacer mi realidad menos dura.

sábado, 14 de marzo de 2009

Despertar....



Hay momentos, en los que solo tu blancura me sabe escuchar, por ello el tenerte como mi mejor amigo, desde pequeña suelo usar tus hojas para dejar en ella sentimientos que de una manera u otra me atrapan en un callejón, dónde por instantes me detengo para retornar al camino de la vida.
Por momentos la Musa se detiene, y evoco los tiempos dónde todo parecía mas fácil de sobrellevar. Pero consciente que no puedo retornar a ellos pues el camino luego de recorrido se esfuma para quedar en nuestros recuerdos.
Siempre he admitido que la vida es esa hermosa vereda que recorrer día a día y que los escollos son la constante prueba de nuestras fortalezas y de nuestro carácter.
Los instantes gratos son la consecuencia misma de nuestra esencia. Pero en ocasiones me he deparado con situaciones que meramente me pregunto si valen la pena.
Hoy estoy ante una de ellas, y creo que solo me ha servido para aprender.
El Amor es una entrega plena, un germinar de confianza, un crecer sin ahogar, un permitir tener nuestro propio espacio y sobre todo ser uno mismo.
Cuando se nos coloca sobre la piel una lupa. Para ver que de extraño hay en un solo poro de nuestra piel, es como declinar en lo que siempre hemos creído, cubrirnos la piel con el ropaje de experiencias pasadas, es destruir en mil fragmentos los sueños de quien decimos Amar.
Si me pides el derrotero de mis días, la agenda de cada segundo vivido, si me mides tan sólo desde tus vivencias personales y experiencias pasadas,
No me estas mirando y menos aún creo que de nada ha valido esa vida compartida.
Nací para volar al lado de otra ave que surque un mismo cielo, no para quedarme al abrigo de sus vuelos y menos aún para que me impongas el canto de un colibrí cuando apenas soy una gaviota.
No vivo en un circo aunque en ocasiones tenga que sonreír con el alma destrozada, no cambio una vida si la que creo emprender no la abrazara dando lo mejor de mi, pero no puedo llevar a cuestas la carga que trasladas aferrada a ti, y con la que me cubres a cada instante.
Mientras que creas que solo tú eres el Ser perfecto, el incondicional, el que todos los valores positivos son únicos de tú persona y midas a los demás con los antivalores.
Jamás podrás ser un ser libre realmente. Equivocarse una vez es condición humana, pero cuando nos empeñamos una y otra vez en la misma regla de medición creo que cerramos la puerta a algo que pudo ser hermoso y que abandonaste en el camino.
Podemos reconstruir un cristal roto, pero jamás sera el mismo. Pues no verás un reflejo cristalino de tu imagen sino verás mil imagenes de ti mismo.

Renacer en el Ocaso...

Renaciendo en el Ocaso, es parte de una vida que necesitó plantearse… ¿Qué hago ahora con lo que tengo en mis manos?
Jamás diría, comenzar de nuevo o partir de la nada…Pues quien ha vivido 45 años, jamás puede partir del punto cero.
Cada persona que enfrenta una situación álgida en el recorrido de las sendas de su vida.
Siempre recomenzará, planteándose una nueva forma de ver y de vivirla, más nunca comenzará de nuevo.
Pues cada quien lleva en si las huellas que se fueron tatuando con el tiempo, sus recuerdos, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, su entorno.
Para comenzar de nuevo, sería necesario nacer de nuevo. Y eso no es posible.
Porque renacer en el Ocaso y no en el alba… Porque es en el Ocaso dónde solemos aventarnos a los recuerdos, reposar el cansancio, meditar y contrapesar situaciones.
Así que dejaré el alba para iniciar mi trayecto en ese Universo llamado Vida.



María Lasalete Marques

Orgullosa de ser Venezolana